China concentra la mayoría de las ejecuciones
Más de 2.000 personas fueron ejecutadas en 2.008 en todo el mundo a causa de problemas con la justicia. Pese a que la pena de muerte se mantiene vigente en 59 países, el año pasado sólo fueron 25 los que la utilizaron en sus distintas variantes. Por ejemplo, en Arabia Saudí se lleva a cabo la decapitación, mientras que en Egipto se aplica la horca. Entre los países que continúan recurriendo a la pena de muerte. Entre, sólo cinco de ellos (Arabia Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Pakistán) concentraron en 2.008 el 93% de las ejecuciones, con China a la cabeza con más de 1.700.
Sin embargo, cada vez son menos los países que utilizan la pena de muerte. Esa es la “buena noticia” que destaca el informe anual de Amnistía Internacional. El pasado año, Uzbekistán y Argentina decidieron dejar de aplicarla. Aunque, según manifiestan algunas ONG´s, se observan “tendencias positivas” respecto al uso de la pena capital, los datos de que se dispone no son de todo fiables debido al secretismo con el que países como China o Arabia Saudí llevan a cabo sus ejecuciones. De esta manera, las cifras sólo reflejan el número mínimo de personas ejecutadas. Probablemente, la realidad superará con crecer los números. Según Amnistía Internacional, “el gran problema en China es que las cifras sobre la pena de muerte son secretas y es muy difícil saber lo que realmente ha sucedido”. El país asiático encabeza año tras año las listas de ejecuciones y sus números, lejos de bajar, ascienden.
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